La necesidad de transparencia y de comunicación de las organizaciones se ha puesto de manifiesto desde hace años. Numerosas disposiciones, como la Ley de Información de No financiera, reseña a los ODS como referencia de reporte.
Los mensajes lanzados por ONG, inversores, gobiernos y el ámbito financiero sobre la recuperación pos-COVID-19 ponen el foco en acciones en un entorno donde se preserve la sostenibilidad en sus tres ámbitos (ambiental, social y económico), de hecho, el cumplimiento del compromiso con los ODS se está estableciendo como criterio para otorgar las ayudas económicas a la respuesta conjunta de la Unión Europea pos-COVID-19 (caso de los fondos del paquete Next Generation EU).
La justificación de la implicación de las empresas con los ODS no radica sólo en sus responsabilidades para con la sociedad, sino también en una razón de estrategia empresarial: las nuevas oportunidades de negocio que representarán los ODS en futuros sectores clave de la economía mundial.
En particular, cabe destacar que algunos de los gobiernos de la Unión Europea y empresas de referencia han creado una alianza (la denominada Alianza Europea para la Recuperación Verde) para coordinar esta lucha de la recuperación incluyendo la variable de la sostenibilidad.